Petit

Ha salido de sus sábanas para abrir las cortinas. Vuelve a echarse en su cama, pero esta vez no se cubre, solo quiere sentir los rayos del sol sobre su piel. El calor la adormece, es como un somnífero y poco a poco se teletransporta a un lugar inventado por ella.

El mismo sol radiante la acompaña, sus cabellos dorados lucen más iluminados, y sus ojos buscan desesperadamente los de él.

Sabe que es un sueño, pero no lo importa: es terca, le gusta hacer el papel de la soñadora a pesar que el viaje de retorno a la realidad le duela.

Lo ve llegar. Su corazón se estremece al verlo, la emoción la invade y el miedo la paraliza. Camina uno cinco pasos y  se oculta tras un árbol, finge estar abstraída por el encanto de la naturaleza y el canto de las aves, cuando realmente lo único en lo que piensa es en sus ojos. A veces se pregunta si lo mismo pasa con él, pero lo duda, sabe que las probabilidades son mínimas.

Su imaginación deja de volar cuando siente un ardor en su brazo: los rayos del sol han hecho su labor. 

En un abrir y cerrar de ojos vuelve a su fantasía, esta vez es involuntario. Abraza al árbol como pidiendole que no la deje sola, y de pronto llega él. Su sonrisa despeja las nubes que jugaban con el sol, su mirada la llena de vitalidad, y su voz hace que las pájaros se avergüencen de sus cantos.

Pero todo es una mentira, porque no es más que un sueño dentro de otro sueño. 

FIN DEL POST.

Hola, humano. No escribire más posts, me dedicaré a escribir un libro (risas por favor). Exacto, nunca puedo terminar de escribir mis historias, pero esta vez prometo hacerlo.

Es todo. Adios, espero que no me odien.