Estaba nerviosa, nunca en mi vida había actuado.. y mucho menos en inglés.
Ese día llegué temprano, vestida de conejito: tenía mis orejitas, y un especie de tutú blanco con una colita atrás de la falda.
Para mi buena suerte una de las orejitas se rompió, así que fui a la enfermería para que lo cosieran (lo sé, es extraño pero la enfermera tenía aguja e hilo).
Mi actuación no fue tan mala, nos equivocamos en una parte de la escena, pero nada desastrozo.
Todo estuvo bien, pero el de ojos azules nunca llegó.
El que sí llegó fue el de ojos verdes, pero llegó tardísimo.
Conversamos, discutimos, peleamos y al final lo llegué a odiar.
Antes que se fuera me dijo: "Si quieres conversar conmigo agregame". Me dio un papel con el nombre de usuario: "conejo pedro".
Luego de un par de meses me contaron que, así como pasó conmigo, el de ojos azules no estuvo cuando el de ojos verdes más lo necesitaba. Me dijeron también, que el cuento que el de ojos azules le regalo al de ojos verdes se llamaba "El cuento de Pedro, el conejo" y por casualidades del destino, esa fue la obra que interpreté; pero el de ojos verdes y el de ojos azules nunca lo sabrán.
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