Tatusu means Daddy in Polish.

viernes, ‎08‎ de ‎abril‎ de ‎2011, ‏‎12:14:20 a.m.

Mis memorias son borrosas, no recuerdo con exactitud que ocurría a mí alrededor.
Cada día era peor, y luego del desastroso e inevitable final lo entendí, no a causa de mi habilidad para entender los hechos de la vida, si no debido a la explicación explícita de mi madre, y aunque fue muy sutil, esta no dejaba de herir.

¿Para qué engañarme? Al principio yo no lo extrañaba, y no dolía tanto como ahora. Pasé momentos duros, sí; pero estos no eran ocasionados por mi falta de madurez o irresponsabilidad ni mucho menos mal comportamiento, sino por los arranques de cólera de mi madre. A veces su ira podía provocar que mis ojos derramaran muchas lágrimas por golpes o jalones de cabello, pero pese a todo ello nunca dejó ni dejará de ser una buena madre, tal vez es la mejor, porque soportar lo que ella soporto es de valientes y eso es principalmente lo que causa en mi ese sentimiento de culpa, un delito que no puede admitir excusa alguna.

En esos momentos donde él me necesitaba, yo no estaba. Hubo muchas ocasiones donde me pedía tomarnos una foto juntos, pero yo me negaba rotundamente, luego se ponía histérico y me gritaba, por último se tomaba la foto con mi mamá o alguien más que estuviera cerca. Recuerdo bien el día que llegó cansado y agotado con una bolsa gigante luego de haber manejado hasta el supermercado, era una muñeca preciosa con un impermeable amarillo, el me preguntó si me gustaba y yo le dije que no. Se puso furioso, colérico, casi arroja la muñeca a la calle si no hubiera sido porque mi mamá lo evitó tratando de calmarlo con palabras mientras jalaba su polo para hacer que se aleje de la ventana.

Las memorias, aquellos recuerdos que están impregnados en mi mente no se borrarán así de fácil. Uno de ellos, el más impactante, fue cuando lo vi ahí todo flaquito y blanco con su terno dentro del féretro, con sus ojitos celestes cerrados que nunca más volverían a abrirse. Habían además, unas cuantas moscas – lo cuál me causó rabia, debido a la ineptitud del personal de la funeraria – que volaban cerca de su nariz respingada, la cual tenía dos bolitas de algodón en los orificios nasales.

¿Quién me cegó para no ver que morías ante mis ojos? Me pregunto ahora sin encontrar la respuesta. De cuando en cuando me recrimino a mi misma no haber sido capaz de darme cuenta, aquella madrugada de que algo malo estaba pasando.
Mi mamá me despertó más temprano de lo común, y vi como mi tía estaba en el cuarto mirándome. Mi mamá me dijo que debía ponerme el uniforme del colegio e irme con la auxiliar de mi tía a la casa de mis primos, yo asentí con la cabeza y en pocos minutos estaba lista para irme hasta que me dijo:

- ¿Llevas el colet para amarrar tu cabello?

Le dije que no, y me dispuse a buscarlo en el baño y en la cocina.

- Aquí esta – me dijo desde el interior del cuarto.

Estaba a punto de entrar, cuando encontré otro a mi costado derecho, cerca del televisor de la sala.

- Ya encontré otro – le dije

Y me fui en un taxi, mientras confundía la realidad con mis sueños, debido al cansancio que tenía por haber sido despertada en la madrugada.
Me reprocho no haber entrado al cuarto cuando mi mamá me dijo que había encontrado el colet, porque al haberlo hecho, te hubiera visto ahí en la cama y me hubiera podido haber despedido de ti, pero tal vez ya de nada servía porque estabas muerto, habías fallecido en el cuarto que compartíamos.

Lo que nunca olvidaré fue el día que mientras ambos yacíamos sobre la cama viendo un documental histórico, yo un tanto distraída y el algo concentrado, me abrazó y empezó a sollozar diciéndome:

- Tu papá se va a morir.

Como siempre, mi falta de experiencia y mi corta edad no me dejaron ver más allá y lo único que alcancé a decirle fue:

- No te vas a morir, tatusu.

2 comentarios:

Ernesto Riveros Barrientos dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=U6tV11acSRk

No digo que esto solucione nada, pero te dará un tiempo fuera :)

B. dijo...

¡qué hermosa canción! :) graciaaaaas